Esta vez vamos a hablar de algo un poco diferente a lo que se ha venido tratando en entradas anteriores, pues siempre hemos tratado de asuntos referentes a la mitología germánica (vikingos, organización social, cultural y económica de estos pueblos germánicos, e incluso juegos). En esta ocasión, vamos a hablar de un tema algo distinto, pero igualmente relacionado con la cultura nórdica o escandinava: la mitología finlandesa, que por su geografía se encuentra también dentro de un país escandinavo, por lo que presentará similitudes por estar cerca de los países germánicos y distinciones por ser una cultura diferente, que otorga una mayor importancia a los espíritus.
Otro de los rasgos unificadores y a la vez diferenciadores sería el marco temporal, pues tanto la mitología germánica como la finlandesa tenían primero una fuerte tradición oral, pasándose de generaciones en generaciones simplemente recordando lo que anteriormente se les dijo, y más tarde esa tradición oral se puso por escrito, en el caso germánico gracias a Snorri Sturluson con las Eddas, y en el caso finlandés con Elias Lönnrot y el Kalevala. Pero la diferencia entre ambos es que la primera se elaboró en el siglo XIII, mientras que el Kalevala fue recogido ya en el XIX. Esto conlleva que, al reunir la tradición oral para unirla en el Kalevala, Lönnrot conocía ya la mitología germánica, tanto por los escritos de Snorri en el XIII como por unos manuscritos islandeses del siglo XVIII que ilustran toda esa mitología.
Como ya se ha dicho, la mitología finlandesa otorgaba mayor importancia a los espíritus. Es una mitología mucho más chamánica que la germánica, por lo que en vez de explicar los sucesos por medio de la intervención de dioses, lo explicaban por los espíritus que anidaban en el bosque, en el pueblo, en los animales... Uno de los animales más importantes era el oso pardo, del que ni siquiera se podía mencionar su nombre pues era el animal más sagrado, visto como la encarnación de los antepasados (para referirse a él se valían d eufemismos como mesikämmen, "pata de miel" o kontio, "habitante de la tierra"). Por ello, el cazar un oso era un acto heroico, que iba seguido de una fiesta llamada "peijaiset", donde se trataba de convencer al espíritu del oso de que había muerto accidentalmente y no asesinado. Además del oso, también veneraban al Alce de Hiisi y al Cisne de Tuonela.
Pero esto no quita que su panteón esté tan repleto de dioses como el de cualquier otra cultura. Dentro de este panteón, el principal dios es Ukko (del que se tratará a continuación), pero también hay otros como Ahti (diosa del mar, aparece en una canción de Ensiferum), Akka (la dama anciana, equivalente femenina de Ukko), Ilmatar (espíritu femenino del aire y madre de Väinämöinen), Jumala (nombre generico para una deidad superior, hace referencia a la palabra "dios", igual que tîwaz), Kuu (dios de la Luna), Luonnotar (espíritu de la naturaleza, la creadora femenina), Pekko (o Pellon Pekko, dios de los cultivos y de la elaboración de la cerveza, y a quien Korpiklaani dedica una canción), Tapio (dios del bosque), Tuoni (la muerte), Turisas (el dios de la guerra, que comparte una raíz etimológica con Tîwaz, que en nórdico daría lugar al dios Tyr) o Väinämöinen (el protagonista del Kalevala).
Pero el principal dios del panteón finés es Ukko, también llamado Ylijumala ("dios superior"), quien según algunas versiones sería el mismo que (o podría transformarse en) Ilmarinen o Perkele:
-El dios Ilmarinen representaría al herrero creador. No es de extrañar que, en la Edad del Hierro, donde este metal es el garante del bienestar y de la victoria en las batallas gracias a la forja de armas más resistentes que las anteriores de piedra o bronce, se le diera un culto especial al oficio encargado de dar al hierro la forma deseada.
Ilmarinen arando el campo de víboras, de Akseli Gallen-Kallela |
Ilmarinen forjando el Sampo, un molino mágico que producía grano, sal y oro. Obra también de Gallen-Kallela |
De hecho, no son los únicos en rendir este culto, si pensamos en el martillo Mjöllnir de Thor o incluso en el dios Hefesto/Vulcano de la mitología griega y romana respectivamente.
-Perkele tendría el origen de su nombre en Perkūnas, dios báltico del trueno, la lluvia, las montañas, los robles y el cielo.
Mosaico de Perkūnas de 1978 |
De este dios Perkele hay una curiosidad interesante: a su llegada a Finlandia, los cristianos vieron el culto que se le daba y decidieron demonizarle, de modo que hoy en día es un sinónimo de "diablo", y "satanna perkele" es un grave insulto (estos casos de demonizaciones cristianas se repitieron con anterioridad en la cultura vikinga: cuando vieron que para ellos existía un lugar llamado Hel o Helheim donde iban todos los muertos que no fallecían en batalla, lo demonizaron, creando de ahí la palabra inglesa para "infierno", Hell. Además, es muy probable que Heiðrún, la cabra del Valhalla encargada de abastecer de hidromiel a los einherjar, fuese la que inspirara a los cristianos para establecer esa equivalencia entre la cabra y el diablo).
Ukko aparece también relacionado con el nombre húngaro Agg ("viejo", nombre muy similar al nórdico Ygg, otro nombre de Odín, también anciano). Es un dios climatológico (igual que Thor; además, ambos llevan martillo), pero del clima típico de los parajes lapones: helada, nieve, hielo, granizo, viento y lluvia, sol y sombra.
Al igual que otros dioses principales como Odín, Ukko tiene también una gran multitud de apodos o "kenningar" como los siguientes: "Líder de las Nubes", "Pastor de las Nubes", "Dios de las Brisas", "Rey Dorado", "Gobernador Plateado del Aire" y "Padre de los Cielos".
Es el encargado de lanzar los rayos (por lo que habría también una similitud con el grecolatino Zeus/Júpiter), eliminando los malos espíritus que haya en las montañas, sacando de ahí otro de sus kenningar, "El Tronador", y su morada es la Casa del Trueno.
Se le representa normalmente sentado sobre una nube en la bóveda celeste, soportando el firmamento sobre sus hombros, lo que le granjea también el kenning de "Eje de los Cielos".
Armado como un imponente guerrero, lleva siempre un rayo por espada, el arcoiris por arco (lo que constituiría una diferencia con el Bifröst germánico, un mero puente que conecta el Midgard con el Asgard), que aún se llama "Ukkon Kaari" o Arco de Ukko.
Bifrost, de Arthur Rackham |
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