[Todos los datos de esta entrada son una traducción del siguiente artículo. En la versión inglesa utilizan como traducción Listen!, que en español traduciré a ¡Oíd!, tal y como aparece en la traducción de Luis y Jesús Lerate.]
Es quizá la palabra más importante en una de las frases más destacadas y famosas en la historia de la literatura inglesa.
Durante más de dos siglos, hwæt ha sido malinterpretado como una interjección destinada a captar la atención de la buscada audiencia anglosajona persuadiéndoles para que se sentasen y escuchasen las hazañas del heroico matamonstruos Beowulf.
Sin embargo, según un académico de la Universidad de Manchester, la definición aceptada de la primera línea de este poema épico -incluyendo la traducción más reciente de Semaus Heaney- ha tenido sutilmente unas limitaciones demasiado amplias.
En un nuevo trabajo, George Walkden defiende que el uso del pronombre interrogativo hwæt implica que la primera línea no es independiente, sino que informa de una naturaleza exclamatoria más amplia relativa a esta frase que fue escrita por un poeta anónimo entre los siglos VII y VIII.
[La siguiente tabla la he confeccionado tratando de aunar las diferentes versiones: la original en inglés antiguo, la traducción al inglés moderno que se ha uttilizado hasta ahora, la traducción al español que podemos encontrar en Beowulf y otros poemas anglosajones, de Luis y Jesús Lerate, y finalmente la nueva traducción al inglés moderno, de acorde a la hipótesis del doctor Walkden. Espero que sea suficientemente aclaratorio]
El doctor Walkden dijo que su conclusión -basada en la posición de la palabra relativa al verbo comparándola con otras 141 frases estudiadas- crearía controversia con lo que hasta el momento se consideraba cierto.
"Me gustaría decir que la interpretación que he expuesto debería ser tenida en cuenta en futuras traducciones", dijo.
La nueva traducción podría asimismo arrojar luz sobre aquellos que pudieron haber estado escuchando esas hazañas junto a la rutilante luz de las hogueras de antaño.
"Muestra que quizá el público anglosajón se comportaba mejor de lo que creíamos pues no dice "¡Ey tú, ¡escucha esto!". Quizá fueran más apreciativos", añadió.
Se cree que esta confusión pueda remontarse hasta Jakob Grimm, uno de los hermanos Grimm, quien escribió en 1837 que "hwæt" era una "simple interjección".
Desde entonces ha sido traducido de muy diversas formas, tales como "¡Oídme!", "¡Atención!", "¡En efecto!", o más recientemente "¡Así pues!" por Seamus Heany en el 2000 [estas múltiples traducciones son intentos por mi parte de ajustarme al original inglés, que podéis ver en el artículo].
A pesar de la investigación, esto muestra que los anglosajones hicieron poco uso del signo de exclamación o, en efecto, muchos otros signos de exclamación más allá del punto o del punto y coma.
Aunque sus orígenes como una historia popular traída a Inglaterra por las tribus germánicas precristianas son inmensamente desconocidas, el poema se convirtió en objeto de interés académico y popular desde que fue publicado por primera vez en 1815 por el estudioso escandinavo Grímur Jónsson Thorkelin.
Desde entonces los traductores han luchado por mantenerse fieles a la narrativa del verso aliterativo, manteniendo a su vez el drama y la belleza de la lengua original.
"Es una gran historia si te gustan los dragones, los monstruos marinos, la realeza o gente a la que le arranquen los brazos. Es una aventura repleta de acción. Es igualmente una historia de las diferentes etapas en la vida de un hombre. Está el joven Beowulf, el adulto y el anciano y su forma de actuar varía, especialmente en la última fase", dice el doctor Walkden.
"Nuestro entendimiento del Beowulf y su lengua es enormemente importante: nos cuenta de dónde venimos y cuánto hemos cambiado", añade.
Aquí tenéis el artículo que George Walkden hizo con motivo de esta controversia: The status of hwæt in Old English.
Es quizá la palabra más importante en una de las frases más destacadas y famosas en la historia de la literatura inglesa.
Durante más de dos siglos, hwæt ha sido malinterpretado como una interjección destinada a captar la atención de la buscada audiencia anglosajona persuadiéndoles para que se sentasen y escuchasen las hazañas del heroico matamonstruos Beowulf.
Sin embargo, según un académico de la Universidad de Manchester, la definición aceptada de la primera línea de este poema épico -incluyendo la traducción más reciente de Semaus Heaney- ha tenido sutilmente unas limitaciones demasiado amplias.
En un nuevo trabajo, George Walkden defiende que el uso del pronombre interrogativo hwæt implica que la primera línea no es independiente, sino que informa de una naturaleza exclamatoria más amplia relativa a esta frase que fue escrita por un poeta anónimo entre los siglos VII y VIII.
[La siguiente tabla la he confeccionado tratando de aunar las diferentes versiones: la original en inglés antiguo, la traducción al inglés moderno que se ha uttilizado hasta ahora, la traducción al español que podemos encontrar en Beowulf y otros poemas anglosajones, de Luis y Jesús Lerate, y finalmente la nueva traducción al inglés moderno, de acorde a la hipótesis del doctor Walkden. Espero que sea suficientemente aclaratorio]
(Pinchar en la imagen para aumentar) |
El doctor Walkden dijo que su conclusión -basada en la posición de la palabra relativa al verbo comparándola con otras 141 frases estudiadas- crearía controversia con lo que hasta el momento se consideraba cierto.
"Me gustaría decir que la interpretación que he expuesto debería ser tenida en cuenta en futuras traducciones", dijo.
La nueva traducción podría asimismo arrojar luz sobre aquellos que pudieron haber estado escuchando esas hazañas junto a la rutilante luz de las hogueras de antaño.
"Muestra que quizá el público anglosajón se comportaba mejor de lo que creíamos pues no dice "¡Ey tú, ¡escucha esto!". Quizá fueran más apreciativos", añadió.
Se cree que esta confusión pueda remontarse hasta Jakob Grimm, uno de los hermanos Grimm, quien escribió en 1837 que "hwæt" era una "simple interjección".
Desde entonces ha sido traducido de muy diversas formas, tales como "¡Oídme!", "¡Atención!", "¡En efecto!", o más recientemente "¡Así pues!" por Seamus Heany en el 2000 [estas múltiples traducciones son intentos por mi parte de ajustarme al original inglés, que podéis ver en el artículo].
A pesar de la investigación, esto muestra que los anglosajones hicieron poco uso del signo de exclamación o, en efecto, muchos otros signos de exclamación más allá del punto o del punto y coma.
Aunque sus orígenes como una historia popular traída a Inglaterra por las tribus germánicas precristianas son inmensamente desconocidas, el poema se convirtió en objeto de interés académico y popular desde que fue publicado por primera vez en 1815 por el estudioso escandinavo Grímur Jónsson Thorkelin.
Desde entonces los traductores han luchado por mantenerse fieles a la narrativa del verso aliterativo, manteniendo a su vez el drama y la belleza de la lengua original.
"Es una gran historia si te gustan los dragones, los monstruos marinos, la realeza o gente a la que le arranquen los brazos. Es una aventura repleta de acción. Es igualmente una historia de las diferentes etapas en la vida de un hombre. Está el joven Beowulf, el adulto y el anciano y su forma de actuar varía, especialmente en la última fase", dice el doctor Walkden.
"Nuestro entendimiento del Beowulf y su lengua es enormemente importante: nos cuenta de dónde venimos y cuánto hemos cambiado", añade.
Aquí tenéis el artículo que George Walkden hizo con motivo de esta controversia: The status of hwæt in Old English.
Mapa de los nombres geográficos mencionados en el Beowulf: frisos, jutos, anglos, daneses, gautas, wulfingos o wylfingos y svear o suecos |
No hay comentarios:
Publicar un comentario