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10 dic 2011

Hnefatafl, el juego vikingo / Hnefatafl, the viking game

Play Hnefatafl online

El nombre del juego proviene de las palabras Hnefi, "rey", y tafl, "tablero" (véase la similitud entre ambos si se tiene en cuenta que, en islandés, la "f" se pronuncia aquí como una "b"). Es uno de los juegos tafl o juegos de mesa germánicos. Aquí hablo de la versión más común:
The name of the game comes from the terms Hnefi, "king", and tafl, "table" (think that, in Icelandic, the "f" is often pronounced as "b"). That's one of the tafl games or Germanic table games. Here I talk about the most common version:

18 jun 2011

Entretenimiento: el Juego de Pelota

Hemos visto que las antiguas tribus escandinavas en su mayoría "salían a vikingo" cogiendo su drakkar y echándose a la mar para realizar distintos saqueos. Hemos visto asimismo que, cuando no se realizaban saqueos, se echaban a la mar para comercial en los knarr o barcos mercantes. La diferencia entre quién iba a uno y quién iba a otro está a menudo bastante clara: cuando un hombre, además del hijo que tuviera con su esposa, tuviera algún otro hijo con alguna concubina, este podría vivir también dentro de la hacienda del padre (si este lo permitía, acto seguido se le presentaría en comunidad), pero no gozaría de los derechos a la herencia del padre tanto como el hijo legítimo (en numerosas ocasiones, los hijos adoptivos exigían parte de la herencia y, al serle denegada, montaban en cólera y juraban vengarse, como es el caso de los hijos de Híldirid, que reclamaban su herencia, dado que esta, correspondiente al hijo legítimo Bárd, había pasado tras su muerte a manos de su amigo Thórolf Kveld-Ulfsson).

Esta diferencia entre gozar o no de los derechos a la herencia del padre era lo que motivaba si saquear o comerciar: El hijo legítimo, sabedor de gozar de su herencia, se dedicaría al comercio y a ayudar a su padre en asuntos de administración de la hacienda (stadir, presente en numerosos topónimos), mientras que el hijo adoptivo, que sabía que por ley nadie le debía nada y que muy probablemente cuando muriera lo haría a la sombra del padre si no hacía algo, no le quedaba otro remedio que salir de vikingo, saquear, pelear, y tratar de hacerse "un hueco en la memoria".

Pero abandonando estos temas, cuando los pueblos estaban en primavera, pero la situación de bienestar no motivaba los saqueos, necesitaban entretenimientos para divertirse, y había uno al que les encantaba jugar: el juego de pelota, desarrollado como no al aire libre
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