Recientemente se descubrió en Levide (sur de Gotland, Suecia) un pequeño amuleto de Odín. Mide 4 cm y está hecho de una aleación de plata y bronce. Está datado entre los siglos VI y VII, anterior por tanto a la época vikinga.
Rodeada en rojo está la isla de Gotland, y el punto rojo sería la localización aproximada de Levide.
A esta figura de Odín se le relaciona con una iconografía concreta, que denominan weapon dancer, y que aquí traducimos como "bailarín armado", siendo presentado como un dios tuerto blandiendo su lanza.
Relato que, a pesar de ser con diferencia uno de los más conocidos de la mitología nórdica, aún no había sido tratado aquí directamente (aunque sí por ejemplo a través de canciones, véase Death in Fire de Amon Amarth).
El Ragnarök será una batalla apocalíptica en la que todos tomarán parte: dioses, gigantes, humanos... destruyendo por completo el universo, aunque no todo estará perdido, como iremos viendo. Aparece narrado en la Völuspá ("Profecía de la vidente") y en la Edda prosaica
Todas las mitologías tienen un relato que habla del final del mundo, de alguna batalla de unas dimensiones mayores a lo que cualquier ser humano podría siquiera imaginar. Pero este relato tiene un rasgo que no se ve en todas las mitologías: los dioses son conscientes de que un día esta batalla llegará, son conscientes de que en ella, la mayoría de ellos morirán, pero lo realmente llamativo, lo que realmente pone los pelos de punta al comprender la magnitud del asunto, es que todos los dioses, a pesar de saber que se encaminan hacia su fin, son asimismo conscientes de que no pueden hacer nada para remediarlo. Ese sentimiento de aproximación inexorable hacia la propia muerte es el rasgo fundamental: los dioses saben que van a morir, quién conoce el mito lo sabe, pero igualmente saben que no pueden hacer nada. La conmoción que se produce por la impotencia ante un venidero sentido trágico se deja ver asimismo en la mitología clásica, personalizado en la figura de Casandra: hija de Príamo, rey de Troya, había pactado con Apolo acostarse con él si le concedía el don de la profecía. Apolo le concedió dicho don y cuando Casandra se vio con ese poder, rechazó a Apolo, quien, furioso, la maldijo para que a partir de ese momento, a pesar de predecir cosas que realmente van a suceder, nadie la crea, por lo que la tragedia que se anuncie al principio se cumplirá, por muy avisados que estén los personajes.
[Twilight of the Thunder God, de Amon Amarth. El propio nombre de esta canción proviene de una equivocación terminológica. La primera parte del término, Ragna, sería el plural de regin, "dios" o "poder gobernante". En cuanto a rök, significaría "destino". Ambas partes provendrían del indoeuropeo *rak o *reĝ-, "llevar hacia delante, gobernar". En el caso de rök, la raíz *reĝ- se vuelve *reig-, con el significado de "estirar la mano, asir con la mano, alcanzar" (téngase en cuenta el inglés reach o el alemán reichen, ambos provenientes de esa raíz indoeuropea y con el significado de "alcanzar"). En el XIII, poetas nórdicos decidieron cambiar el nombre de ragnarök por ragnarökkr, con lo que la segunda parte del término variaba el significado al de "penumbra, oscuridad, crepúsculo". De esta manera, el significado del término varió de "el ocaso de los dioses" a "el crepúsculo de los dioses", cambio que se vio reforzado y difundido después de que Wagner, dentro de su conocido ciclo Der Ring des Nibelungen ("El anillo de los nibelungos") incluyera una última ópera con el nombre de Götterdämmerung ("crepúsculo de los dioses"), popularizando el término.]
Antes que nada, habría que tener en cuenta los antecedentes que preceden a esta batalla:
Nacimiento de los tres hijos de Loki y Angrboda: la serpiente Jörmungander, el lobo Fenrir y Hel, y la acción de los dioses para confinarlos.
El rencor acumulado que Loki tenía contra los dioses, por las diversas veces que estos se reían de él o le amenazaban, algo que podemos encontrar en diferentes mitos: el nacimiento de Sleipnir, las manzanas de Iðunn (además de las amenazas que los dioses hacían a Loki para que trajera de vuelta a Iðunn, ató el extremo de una cuerda a la barba de una cabra y el otro a su escroto para hacer reír a Skadi, idea que cuesta pensar que tuviera Loki de motu propio), los tesoros de los Ases (después de que Loki le cortara la cabellera a Sif, esposa de Thor, este le amenazó con romperle los huesos hasta que Loki prometió que conseguiría una nueva)...
La muerte de Baldr, el dios más querido del Asgard, hecho que sirve como detonante de la batalla final. El ciclo de Baldr conectaría este mito con la Lokasenna (burla de Loki hacia todos los dioses, provocando su ira y siendo, por así decirlo, "la gota que colma el vaso" en el enfado de los dioses hacia él), y esta con su posterior captura y castigo, narrado también en la Lokasenna.
Muerte de Baldr, de Emil Doepler, 1882. Se reconocen entre otros, en esta escena, a Baldr, a la derecha, calmado y creyéndose inmortal. En el lado opuesto, aparece su hermano Hödr en penumbra (alusión tanto a su ceguera como a la oscuridad del acto que está a punto de cometer), a punto de tirarle una lanza a su hermano Baldr, guiado por por el otro personaje que aparece en penumbra, Loki, culpable de todo el acto. En el centro, sentado en el trono, se ve a Odín con su lanza Gungnir, y sobre él uno de sus cuervos.
La Völuspá narra como había una diosa de los Vanir llamada Gullveig ("Potencia del oro") que fue atravesada con lanzas y quemada tres veces, de las cuales renació como Heid ("Brillante"). De ella se dice que era el deleite de las mujeres viles. Los Vanir exigieron una compensación por esa tortura, buscando el mismo prestigio que los Æsir. De este conflicto Æsir-Vanir es de lo que trata la canción War of the Gods, de Amon Amarth (letra original en descripción del vídeo)
Un día, iban los hijos de Borr (Vili, Ve y Odín) por la playa, cuando encontraron dos árboles y crearon hombres de ellos. Odín les dio espíritu y vida, Vili sabiduría y movimiento, y Ve forma, habla, oído y vista, y les dieron ropas y nombres: El hombre se llamó Ask ("fresno") y la mujer Embla (seguramente "olmo"), y de ellos se engendró al estirpe de los hombres, a los que se dio el Midgard como alojamiento. Otra versión es la de la "Profecía de la Vidente", donde atribuye la creación de los hombres a Odín, Haenir y Lódur (aunque la mayoría de las teorías interpretan a estos dos últimos como Vili y Ve, respectivamente): <<vida les dio Odín, juicio les dio Haenir, sangre les dio Lódur, y color de vida>>
Odín, Lodur y Hoenir crean a Ask y Embla, de Lorenz Frølich (1895)
Es hora de hablar de uno de los grupos de personajes más importantes de la mitología nórdica: las Nornas. ¿Por qué? Porque ellas controlan nuestro destino. Son dísir o divinidades femeninas (el nombre de "dísir" ha servido para múltiples nombres como Thordis, divinidad de Thor, que fue la encargada de meter cizaña entre los hombres que viajaban de Brattahlid en Groenlandia hacia Vinland) que viven bajo el Yggdrasil.
Estas nornas controlan el destino de las personas tejiendo un telar para cada una, de las cuales, la longitud de cada cuerda es la vida de una persona. Si una cuerda se acaba, la vida de esa persona también. Además, regaban las raíces del árbol Yggdrasil con el agua del pozo de Urd. Estos telares son prohibidos, es decir, ellas pueden entrecruzar unos tejidos con otros de manera que unas vidas se entrecruzarían con otras, pero nadie excepto ellas tiene acceso a ver ese telar, otra manera de argumentar que nadie puede conocer ni controlar su destino. Incluso a los dioses les está vedado ver este telar, es decir, que ni siquiera los dioses conocen su destino (el hecho de que Odín cuelgue de un árbol durante 9 días y 9 noches sin comer ni beber y atravesado por su lanza para poder obtener el poder de la magia seid o adivinatoria da muestras de lo importante que resultaba poder conocer el propio destino para tratar de cambiarlo o prepararse).